Inmediatamente después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra los Estados Unidos una serie de sobres enviados por correo y que contenían Ántrax causaron casi dos docenas de victimas, cinco de ellas mortales, a lo largo de varias semanas de pánico biológico.
La primera de las cartas se fecho el 18 de septiembre de 2001 y junto a otras cuatro fueron enviadas a cinco medios de comunicación en Nueva York y Florida, causando la muerte de un trabajador e infectando a varios otros.
La segunda, y ultima, serie de cartas se envió el 9 de octubre de 2001 a dos senadores demócratas, Tom Daschle y Patrick Leahy, ninguno de los dos abrió las cartas y ambas se pudieron recuperar, sin embargo dos trabajadores de correos murieron al parecer tras haber inhalado esta segunda muestra de Ántrax, más potente que la primera, había sido modificada a partir de una cepa común en ambas.
Según los distintos informes sobre el origen de las cepas, aquel se encuentra en el United States Army Medical Research Institute of Infectious Diseases (USAMRIID), y habrían sido cultivadas no antes de dos años antes de su envío. En aquella caritativa institución dependiente del Departamento de defensa un grupo de aguerridos investigadores civiles se devanaban los sesos para procurar una muerte lo más atroz y dolorosa a sus semejantes, al poco, desde Enero de 1999 se traslado a uno de sus científicos más capaces al SAIC (Science Applications International Corporation), su nombre Steven Hatfill, allí se dedico a volcar toda su mala leche en ingenios contagiosos con los que hacer del planeta un lugar peor para todos y una pequeña fortuna para él. En apenas dos meses y dando rienda suelta a sus mejores sentimientos Hatfill, Joseph Soukup y su antiguo mentor William C Patrick realizaron un detallado estudio sobre ataques con Ántrax que incluían su envió por correo ordinario (era de esperar que por mail malamente funcionaria) y afirmaban además que la cantidad a utilizar por carta debería ser no mayor de 2,5gramos, en los ataques detallados arriba se utilizaron dos gramos.
Y ahora, amigo lector, contén la respiración porque lo que viene a continuación te va a sonar familiar. Al poco de los ataques, una doctora, la señora Barbara Rosenberg comenzó a señalar a diestro y siniestro sobre que los ataques tenían que haber sido paridos en el interior de los EUA y por profesionales muy capaces, la bola creció y los artículos en prensa y en prensa especializada también al punto que el FBI se vio dando bandazos y rectificando sus conclusiones científicas y criminales con cada publicación de prensa. Hasta que en Junio de 2002 el FBI contacta con Steven Hatfill y le interroga sobre sus trabajos con el Ántrax y solicita permiso a aquel para registrar su casa a lo que no se opone y el FBI admite que no lo considera como un sospechoso.
Apenas dos meses después John Ashcroft, fiscal general de los EUA, se sube a la palestra y dice públicamente que el Dr. Steven Hatfill es una persona de interés y que esta siendo invesitigada por el FBI, inmediatamente Hatfill monta en cólera y niega cualquier acusación. La respuesta del gobierno de los EUA es filtrar a la prensa las investigaciones del FBI contra Hatfill, entre ellos The New York Times.
Asi que a Steven Hatfill se harta de tanta tontería y demanda al gobierno de los EUA, a su fiscal, al FBI y un taco de agentes de ese cuerpo y finalmente aquellos son condenados a pagarle 5.8millones de dólares por violar su privacidad cuando le apuntaron como sospechoso y filtraron investigaciones a la prensa. En 2008, además, el mismo Departamento de justicia exonero a Hatfill de cualquier responsabilidad criminal en los ataques.
Aquí la demanda:
http://fl1.findlaw.com/news.findlaw.com/hdocs/docs/hatfill/hatfillash82603cmp.pdf
Y os preguntareis porque os cuento esta historia, bien es evidente que en los EUA no tienen Audiencia Nacional y os digo porque.
La historia arranca un 3 de Junio de 1994 cuando el supuesto ETAkide Txomin Aizpurua Aizpuru, Pitxas, es entregado por las autoridades francesas a las españolas después de un viaje del entonces ministro del interior, Juan Alberto Belloch a Francia.
http://www.elpais.com/articulo/espana/Francia/entrega/etarra/Pitxas/24/horas/viaje/Befloch/Paris/elpepinac/19940603elpepinac_1/Tes
En apenas 48 horas se desataría una gran operación policial en Gipuzkoa, donde serian arrestadas en los siguientes días hasta diecisiete personas.
http://www.elpais.com/articulo/espana/GUIPuZCOA/GUARDIA_CIVIL/ETA/Detenidos/miembros/comando/legal/ETA/Guipuzcoa/elpepiesp/19940607elpepinac_34/Tes/
Naturalmente "alguien" no duda en filtrar a la prensa todos los detalles de la investigación casi en tiempo real, incluidas las dificultades para encontrar, al parecer, un segundo zulo.
http://www.elpais.com/articulo/espana/arsenal/incautado/ETA/abastecio/varios/comandos/elpepinac/19940608elpepinac_15/Tes
Mientras la Guardia Civil "interrogaba" y buscaba zulos, el entonces gobernador de Gipuzkoa José María Gurruchaga acusaba a, entre otros, Francisco Lizaso Azkonobieta de pertenecer al Comando Kiruli de ETA y de haber dado muerte a José Luis Luengo, trabajador de una contrata de Telefónica. Destacar que el Gobernador Civil se sorprendiera de la "elevada edad" de los arrestados –una media de 40 anos- lo que, no sirvió tampoco, para motivar dudas en cuanto a su posible culpa.
http://www.elpais.com/articulo/espana/Guardia/Civil/busca/zulo/comando/Kiruli/elpepinac/19940609elpepinac_1/Tes
Al poco aparecería, sorpresa, el zulo.
http://www.elpais.com/articulo/espana/Guardia/Civil/encuentra/Usurbil/armas/comando/KiruIi/ETA/elpepinac/19940610elpepinac_32/Tes
Cinco días después diez de los arrestados quedarían en libertad, entre ellas Francisco Lizaso Azkonobieta que junto al citado Aizpurua y a Eusebio Lasarte Balerdi y Xabier Pikabea Aizpurua denunciarían las torturas a que fueron sometidos en los calabazos de la Guardia Civil. Destacar que Txomin Aizpurua no tenía ninguna causa pendiente en el reino de España en el momento de su expulsión y fue salvajemente torturado.
El lamentable estado en el que salieron estas personas motivo que la entonces secretaria de Estado de Interior, Margarita Robles, ordenara la apertura de diligencias sobre las posibles torturas padecidas por estas personas, naturalmente las diligencias se cerraron y el propio juez Baltasar Garzón descarto los malos tratos en un auto que recoge Pepe Rei en su libro Garzón: La otra cara y que, como curiosidad confronta este auto con un trabajo presentado por el mismo juez sobre tortura y malos tratos en el que vehemente criticaba las técnicas de desorientación, asfixia, romper el sueno y otros refinados tormentos que eran empleados por la policía… norirlandesa.
Tan manifiestas eran las torturas contra estas personas que el Comité para la Prevención de la Tortura (CPT) y Amnistía Internacional denunciaron tales casos e incluso motivaron una visita del CPT al reino de España.
Vamos a hacer especial hincapié en el caso de Francisco Lizaso, golpeado desde el primer momento de su detencion en Intxaurrondo siguen los golpes, la bolsa, mas bolsa en Madrid y amenaza de electrodos… Una vez en libertad denuncia los malos tratos sufridos en el juzgado instrucción numero dos de Donosti al igual que Encarnación Martínez Fernández, otra de las detenidas, el juez, sin embargo archiva ambas causas pese a los informes médicos. Dejo a la sagacidad del lector averiguar quién era entonces el titular de aquel juzgado.
Hatfill, al contrario que Lizaso no fue torturado durante cinco días, sin embargo, Lizaso al igual que Hatfill decidió que ya que no se le reconocían los maltratos al menos que se retractaran las acusaciones que le llevaron a ser torturado, asi que demando al Gobernador Civil de Gipuzkoa por las acusaciones vertidas públicamente en su contra. En 1998, casi cuatro años después de su arresto el juzgado de Primera instancia de Donostia condenaba al estado a pagar cinco millones (de pesetas, esto no son los EUA) a Francisco Lizaso Azkonobieta por el grave atentado que supusieron a su honor las acusaciones vertidas por José María Gurruchaga Zapirain.
http://www.elpais.com/articulo/espana/Condenado/ex/gobernador/civil/acusar/joven/pertenecer/ETA/elpepinac/19980605elpepinac_3/Tes
El estado recurrió la sentencia al TS que quito la razón a Lizaso afirmando que las declaraciones vertidas por el representante del gobierno no suponían ninguna acusación en concreto y añadía que cabían muchas otras interpretaciones a lo dicho por Gurruchaga. Se recurrió al TC que a su vez interpreto lo dicho por el virrey de Gipuzkoa como el anuncio de la causa que motivo la detención. Esta aparente contradicción no se puede deber a una de esas cosas que pasan en los juzgados de Madrid cuando se habla en euskera, no, porque Gurruchaga dijo todo esto en castellano así que las interpretaciones deberán estar motivadas por otras cosas.
Finalmente, Lizaso, de la mano de los abogados Iñigo Iruin y Didier Rouget recurrieron esta sentencia a Estrasburgo en 2008 y finalmente, en 2010 le dieron el pase al recurso.
http://www.elcorreo.com/vizcaya/20100419/mas-actualidad/politica/estrasburgo-estudia-presuncion-inocencia-201004191336.html
Y es que amigos, diremos lo que queráis de los EUA pero compárense ambos casos y véase que estado respeta que derechos. Por cierto, una curiosidad, cuando los vascos han recurrido a Estrasburgo por las cuestiones estas del conflicto que padecemos, han obtenido sentencias siempre favorables excepto una vez, una nada mas, como estamos entre personas cultas e informadas no insultare la inteligencia de los lectores desvelando cual ha sido el único caso en el que Estrasburgo ha fallado a favor del reino de España.
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