viernes, 23 de abril de 2010

La versión oficial.

El 4 de Mayo de 1978 la policía trasladaba al extinto hospital de San Juan en Santurtzi a Jesús Reija Robacanera, detenido como presunto autor de un robo dice la policía que se autolesiono arrojándose de cabeza contra una maquina de escribir, tan violento debió de ser el impacto que hasta se le partieron unas costillas, eso es al menos, lo que afirma la versión oficial publicada en su dia por El Pais:
Presunto ladrón, lesionado en la comisaría de Santurce
JAVIER ANGULO - Bilbao - 05/05/1978
Cuando prestaba declaración en la comisaría de Santurce (Vizcaya), el presunto autor de un robo se autolesionó al lanzarse de cabeza contra una máquina de escribir del despacho donde se le instruían diligencias, según informan fuentes policiales. El protagonista del suceso, Jesús Reija Robacanera, de 41 años de edad, domiciliado en el barrio bilbaíno de Ocharcoaga, fue trasladado en un coche-patrulla a la Clínica San Juan, de Santurce, donde fue asistido de herida inciso-contusa en cuero cabelludo (región tempoparietal) y traumatismo en torax con posible fisura de costilla.
La región tempoparietal es la zona, más o menos, sobre la oreja, es decir, los laterales del cráneo, apréciese el humor del articulista cuando dice que "se autolesionó al lanzarse de cabeza contra una máquina de escribir" podemos imaginar a ese intrépido vecino de Bilbao lanzándose en escorzo contra el mobiliario de oficina. Iribar se retiraría en apenas un año y las pugnas sucesorias estaban abiertas.
La versión oficial fue durante el franquismo, el tardo franquismo y el post franquismo el antecesor a la coletilla actual de "expertos en la lucha antiterrorista dicen que" o "fuentes del ministerio de interior confirman", durante muchísimos años cada comunicado de gobernación era publicado sin rubor, y por obligación, en la prensa y había que leer entre líneas la verdad de lo sucedido; esto es que a una persona domiciliada en una de las zonas, entonces, socialmente más reprimidas y humildes de Euskal Herria había sido detenida y le habían dado una paliza brutal.
Por aquellos años la tímida libertad de prensa comenzaba a dar sus primeros pasos así que en algunas redacciones comenzaban a cuestionarse las versiones oficiales, de hecho si se consultan las hemerotecas de La Vanguardia, El Pais o ABC se puede leer una cierta ecuanimidad o incluso una abierta crítica a la versión gubernativa.
El 28 de Febrero de 1977 se aprobaba un nuevo decreto-ley que prorogaba el adoptado el 28 de Enero del mismo ano y que extendía el estado de excepción hasta el 31 de Marzo. En ese contexto de suspensión de los exiguos derechos que reconocían las leyes franquistas la Guardia Civil la Guardia Civil mata en un control a dos miembros de ETA que viajaban en una furgoneta junto a un tercero, Fran Aldanondo que sale ileso, al poco arrestarían a dos mujeres Ana María de la Hoz y María Pilar Moral.
Cuando la presión popular exigía explicaciones, el gobernador civil de Gipuzkoa José María Belloch Puig, padre del futuro superministro de interior y justicia, alertaba a la prensa y fijaba lo que seria una constante en el informar de la prensa española "la prensa, ante las distintas versiones de los hechos, ha de dar aquella que sirva mejor a la comunidad y contribuya a su pacificación".
Las informaciones que incluían ambas versiones, las de los organismos populares y la oficial, irían decayendo conforme se asentaba el proceso de reforma política y desaparecerían prácticamente tras el 23F cuando los medios asumen su papel de servicio a la comunidad y contribuir a la pacificación. Después del autogolpe ya no hay lugar para medias tintas en el reino de España, o se acaba con el problema vasco o ellos acaban con la comedia de la Transición. Represivamente se apretaría aun más el acelerador y en los medios, en la mayoría de ellos, ya no habría lugar para más versión que la oficial, siempre al menos que les conviniera porque no dudaron en desmontar la versión oficial en casos como el GAL o el 11M si con ello podían tumbar al gobierno, en otras ocasiones son los mismos periodistas los que con negra ironía publican frases como esta referida a tres arrestados en Normandía el pasado 1 de Marzo, El Correo, 3 de marzo de 2010 "En los interrogatorios mantienen la actitud de mutismo habitual entre los detenidos de ETA en Francia". Nótese el matiz, mutismo en Francia mientras que los arrestados por la policía española no dudan en autoinculparse "voluntaria y espontáneamente" de toda suerte de delitos.
Recientemente, Rodolfo Ares presentaba una denuncia por injurias y difamación contra varios abogados por haber denunciado que sus defendidos fueron maltratados y torturados por la policía autonómica que aquel dirige. La versión oficial, la que mejor sirve a la causa de la "paz" y a la "comunidad" afirma que todo son cuentos, fruto de un manual, de las mentes calenturientas de los arrestados o como no hace mucho publicaba con descaro El Pais a modo de explicación, "magnificaciones" derivadas de la situación (sic).
La versión oficial también dice que Jon Anza se largo con el dinero "parece que ETA nos esta diciendo que le persigamos" afirmaba el ministro Perez Rubalcaba. Pero la versión oficial también es cambiante, como los colores de una mancha de aceite en el mar, Anza ya no se fue con el dinero, estaba muy enfermo y se tiro diez días paseando su cuerpo moribundo por Toulouse, enajenado; Portu y Sarasola ya no fueron arrestados a la una sin ofrecer resistencia, sino a las diez pegándose con veinte Guardias Civiles; Rosa Zarra ya no fue alcanzada por una piedra lanzada por los "simpatizantes de", fue alcanzada por un pelotazo en el vientre, pero de rebote, y se moriría al poco; Lutxi Urigoitia ya no fue rematada en Pasaia de un tiro en la nuca, murió cuando un Guardia Civil la sacaba herida por el pasillo arrastras, sujetándola por un tobillo cuando saco una pistola y no tuvo mas remedio, el militar, que apoyar el canon de su arma en la cabeza de ella y disparar.
La versión oficial, las fuentes del ministerio, las fuentes de la lucha antiterrorista, como la razón de estado, lo explican todo, lo justifican todo. Son verdades viscosas, escurridizas, es mejor no tocarlas, no ahondar en ellas; son dogmaticas y distinguen al demócrata del terrorista, son, en definitiva, la prueba del hierro del siglo XXI, quien la sostenga sin abrasarse de vergüenza es un demócrata.
Fran Aldanondo y Ane Miren de la Hoz aun habrían de enfrentarse una vez más a la versión oficial.
Al primero le alcanzaría en Octubre de 1977, la versión oficial dijo que una patrulla de la Guardia Civil buscaba una emisora pirata en la zona de Tolosa y que se dirigió a un caserio de la zona cuando salió corriendo un joven que les lanzo una granada y les disparo; los testigos dicen que a las 10:30 am llego un coche rojo del que salieron cuatro personas armadas con subfusiles que, identificándose como guardias civiles, preguntaron por un caserío. Una hora después se escucharon un montón de disparos y se vio a Aldanondo caer rodando monte abajo mientras tres guardias civiles disparaban contra él en su huida. Cayo muerto.
A la segunda, o al menos a su tocaya, le llego la versión oficial un dia de Octubre «no se adecúa a la nueva línea editorial» de EITB, según izaronews.info el cese se debió al arresto de Otegi y sus compañeros y al tratamiento dado a las detenciones y el nerviosismo desatado en los responsables del ente en torno a toda esta cuestión. Cesada.

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