jueves, 5 de agosto de 2010

Don Celes escribe en El Correo

Al patan mas inutil de El Correo, Don Celes parece ser que le ha dado por aporrear los teclados y con ese humor blanco que le adorna nos invita a jugar a las siete diferencias a buscar en estos articulos que el diario de Bilbao publico tratando el mismo asunto, el mismo?. Buscad las diferencias.
http://www.elcorreo.com/vizcaya/pg060208/prensa/noticias/Politica/200602/08/VIZ-POL-045.html
Sin autor conocido
El asesinato de Joseba Pagazaurtundua, del que hoy se cumplen tres años, es uno de los pocos crímenes de la banda que permanece sin resolver
OSCAR B. DE OTÁLORA o.b.otalora@diario-elcorreo.com/BILBAO
Tres años después del asesinato de Joseba Pagazaurtundua en Andoain, ni las Fuerzas de Seguridad del Estado ni la Ertzaintza poseen datos sobre los autores del crimen. El caso del jefe de la Policía Municipal de la localidad guipuzcoana, antepenúltima víctima mortal de ETA, es uno de los pocos crímenes de la banda terrorista que aún está sin resolver. La hipótesis más probable es que el autor no haya sido detenido todavía, aunque también puede que guarde silencio en alguna cárcel francesa o española. La hermana de Joseba, la presidenta de la Fundación de Víctimas, Maite Pagazaurtundua, es clara al explicar el sentimiento que le produce esta situación. «A la tristeza se une la desazón al ver que los criminales no han sido puestos en manos de la justicia», explica.El asesinato de Pagazaurtundua tuvo lugar el 8 de febrero de 2003 a las diez de la mañana, cuando el jefe policial, veterano militante socialista y responsable de Basta Ya, estaba tomando un café en el bar Daytona de Andoain. Un terrorista que aguardaba en el interior del establecimiento esperó a que se distrajese con la lectura del periódico para descerrajarle cuatro tiros, prácticamente a bocajarro. Hoy en día las investigaciones sobre el asesinato se encuentran en un punto muerto, según reconocen responsables de la lucha antiterrorista. Ningún testigo ha podido reconocer al etarra, que actuó con el rostro descubierto pero que llevaba peluca para esconder su identidad. Según la descripción que ofrecieron los clientes del Daytona, se trataba de un hombre de alrededor de 40 años y de 1,70 de altura. La Ertzaintza realizó todo tipo de pruebas con los restos encontrados en el local. El terrorista había pedido un café antes de matar a Pagaza pero, según el Departamento de Interior, en la taza no se encontró ni una sola muestra de ADN. Los expertos, sin embargo, no saben si esta ausencia de restos obedece a que era un activista con preparación como para evitar dejar rastros o estaba tan nervioso que ni siquiera se acordó de tomar su consumición.La única pista que existe sobre el atentado es difusa y, además, remite a otro de los crímenes sin resolver que queda pendiente en la reciente actividad de ETA. El arma utilizada para matar a Pagazaurtundua es la misma que se empleó en mayo de 2001 para acabar con la vida del presidente del PP de Aragón, Manuel Giménez Abad. Este asesinato, a su vez, es otro de los cometidos por la banda que está sin resolver.El máximo dirigente de los populares en Aragón fue asesinado el domingo 6 de mayo de 2001, cuando se dirigía con su hijo al campo de La Romareda para ver el encuentro del Zaragoza contra el Numancia. El asesino era un joven de alrededor de 25 años, de 1,80 metros de altura y que también usaba peluca para evitar ser reconocido. Las Fuerzas de Seguridad, a raíz del relato de los testigos, están convencidas de que el asesino de Pagazaurtundua y el de Giménez Abad son distintas personas pese a que usaban la misma pistola. (...)

El ADN delata al asesino de Pagazaurtundua
La Ertzaintza detiene siete años después del crimen a Gurutz Agirresarobe, militante activo de la izquierda abertzale de Hernani
04.08.2010 - ÓSCAR B. DE OTÁLORA BILBAO.
Durante siete años y medio, el asesino del jefe de la Policía local de Andoain, Joseba Pagazaurtundua, ha compartido la calle con la familia de la víctima, sus amigos, sus compañeros, con los que le quisieron en vida. Se ha cruzado con ellos como un vecino más. Gurutz Agirresarobe, detenido ayer por la Ertzaintza, está acusado de haber asesinado el 8 de febrero de 2003 a 'Pagaza', como le llamaban sus amigos. Desde entonces había vivido con absoluta normalidad en Hernani, como un vendedor de extintores con conocidas vinculaciones con la izquierda abertzale. Hasta ayer, la impunidad le protegía.
La investigación de la Ertzaintza que ha llevado a su detención está centrada en la taza de café que el 8 de febrero bebió el asesino mientras vigilaba a su víctima. Aquella mañana, sobre las diez, Joseba Pagazaurtundua entró en el bar Daytona, como lo hacía todos los sábados, para leer los periódicos. Poco después, un hombre de unos 25 años y corpulento entró también en el local y pidió una consumición. Más tarde, los testigos dirían que llevaba peluca y no podían reconocerle. El asesino espero unos minutos mientras sorbía su café. Cuando creyó que había pocos clientes sacó una pistola y disparó en cuatro ocasiones a 'Pagaza'. La fuerte constitución del mando policial le permitió aguantar con vida nueve horas en el hospital Donostia. A las siete y media se certificó su muerte.
Los rastros de ADN que quedaron en el borde de porcelana de aquella taza han sido durante todos estos años el principal dato del asesino. En este tiempo, la huella genética sin nombre se ha cotejado con la de todos los etarras detenidos a ambos lados de la frontera. Sin ningún resultado. El crimen entró en la lista de los atentados sin autor conocido. La Ertzaintza tenía otra pista pero también conducía a un callejón sin salida. En 2001, dos años antes, la misma pistola empleada para matar al jefe de la Policía de Andoain sirvió para acabar con la vida del presidente del PP de Aragón, Manuel Giménez Abad. El dirigente popular fue asesinado cuando se dirigía junto con su hijo de corta edad al campo de fútbol de La Romareda para asistir a un encuentro entre el Numancia y el Zaragoza. El etarra era un hombre corpulento y con peluca. Las hipótesis policiales se centraron en un etarra 'legal' -no fichado- que se esforzaba por su ocultar su rostro. Además, ambos crímenes se cometieron en fin de semana, un indicio de que el asesino tenía algún tipo de actividad y actuaba en sus días de fiesta. No era un 'liberado' -un miembro a sueldo de la organización-. Pero todo eran hipótesis policiales.
Hasta que hace unos meses, en una investigación rutinaria de la Ertzaintza, aparecieron pistas sobre un sospechoso de Hernani. Los agentes de la División Antiterrorista, retomaron el hilo de la taza de café. Esta vez, tras siete años de silencio, el ADN dio positivo. Con ese dato, los expertos comenzaron a vigilar al principal sospechoso: Gurutz Agirresarobe. Se le conocían vínculos con la izquierda abertzale pero no actividades violentas. La Policía Científica extremó sus análisis. Los agentes de campo reconstruyeron la vida de Agirresarobe. En 2003 era novio de Aitziber Ezkerra, una joven que fue detenida ese mismo año acusada de haber actuado como colaboradora del 'comando Buruntza'. Esta licenciada en Derecho quedó en libertad bajo fianza por orden del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.
Y seguro que no tienen ninguna explicacion que dar.

1 comentario:

  1. Hombre,es que si todos los que han colaborado con ETA son detenidos,no caben ni en el Maracaná.Claro que hay casos-por las dos partes- sin resolver.Saludos.

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